domingo, 18 de junio de 2017

JOSUÉ. CAPÍTULO 23.

Despedida de Josué.

231Habían pasado muchos años desde que el Señor puso fin a las hostilidades de Israel con sus enemigos fronterizos. Josué era ya de edad avanzada, 2y convocó a todo Israel, a los ancianos, cabezas de familias, jueces y alguaciles, y les dijo:
3-Yo ya soy viejo, de edad avanzada. Vosotros habéis visto cómo ha tratado el Señor, vuestro Dios, a todos esos pueblos ante vosotros; el Señor, vuestro Dios, es quien peleó contra ellos.
4<<Mirad: he sorteado como heredad para vuestras tribus a todos esos pueblos que quedan (aparte de los que aniquilé), desde el Jordán hasta el Mediterráneo, en Occidente. 5El Señor, vuestro Dios, os los quitará de delante y los desposeerá para que poseáis sus tierras, como os prometió el Señor, vuestro Dios.
6>>Animaos mucho a poner por otra todo lo prescrito en el libro de la Ley de Moisés, a no desviaros a derecha ni a izquierda, 7a no mezclaros con esos pueblos que quedan entre vosotros.
>>No invoquéis a sus dioses, ni juréis por ellos, ni les deis culto, ni os postréis ante ellos; 8al contrario, seguid unidos a vuestro Dios como habéis hecho hasta hoy.
9>>Así os ha quitado de delante pueblos grandes y fuertes, sin que nadie os haya resistido hasta hoy. 10Uno solo de vosotros puede perseguir a mil, porque el Señor, vuestro Dios, lucha por vosotros, como os ha prometido.
11>>Poned toda el alma en amar al Señor, vuestro Dios; 12pero si apostatáis y os unís a esos pueblos que quedan entre vosotros y emparentáis con ellos, si os mezcláis con ellos y ellos con vosotros, 13estad seguros de que el Señor, vuestro Dios, no os los volverá a quitar de delante; os serán lazo y trampa, látigo en el costado y espinas en los ojos, hasta que desaparezcáis de esa tierra magnífica que os ha dado el Señor, vuestro Dios.
14>>Yo emprendo hoy el viaje de todos. Reconoced de todo corazón y con toda el alma que noha dejado de cumplirse una sola de todas las promesas que os hizo el Señor, vuestro Dios. Todas se han cumplido, ni una sola ha dejado de cumplirse. 15Pues lo mismo que han venido sobre vosotros todas las bendiciones que os anunció el Señor, vuestro Dios, lo mismo enviará el Señor contra vosotros todas las maldiciones, hasta exterminaros de esta tierra magnífica que os ha dado el Serñor, vuestro Dios.
16>>Si quebrantáis el pacto que el Señor, vuestro Dios, os dio, y vais tras otros dioses rindiéndoles adoración, el Señor se encolerizará contra vosotros, y seréis expulsados inmediatamente de la tierra magnífica que os ha dado>>.

Explicación

23 En la composición unificada de este cuerpo histórico va poniendo en boca de personajes ilustres sendos discursos de despedida antes de morir: empezó Moisés dando ejemplo, le sigue Josué, continuará Samuel. Estos discursos tienen la función de recapitular los hechos precedentes y de abrirse a la visión del futuro; están escritos en un estilo muy semejante, con variación temática.

El presente discurso recoge de la vida de Josué dos temas: los pueblos de Canaán y la tierra ocupada; habla de "esos pueblos, esa tierra". El tema "esos pueblos" (hay que notar el énfasis del demostrativo repetido) va llevando el hilo del desarrollo: Dios ha eliminado a esos pueblos -yo os los he repartido - Dios seguirá eliminándolos - si emparentáis con ellos - no los eliminará. El tema de la tierra (tres veces con el adjetivo "magnífica" suena con tono pesimista, como si la realidad del destierro pesara sobre las palabras colocadas en boca de Josué, justificando desde tan larga distancia lo acaecido. El autor dice a sus contemporáneos: ya Josué nos avisó que la tierra se podía perder, que había que conservarla guardando la alianza. En la dinámica del libro, este discurso acompaña con resonancia ominosa los últimos días de Josué.

El discurso está dividido en dos partes desiguales por la repetición enfática del yo: vejez y muerte (v.2 y 14). La primera parte expone y amplifica el tema, la segunda avisa de la validez de estas palabras.

23,3-13 Esta sección está construida en forma de repetición paralela con una inversión significativa: a) beneficios de Dios y respuesta del pueblo en forma negativa - en forma positiva; b) beneficios de Dios - respuesta del pueblo en forma positiva - en forma negativa. Marcan el paralelismo palabras repetidas: los verbos yrsh y shmr y la partícula ki ´im; el cambio sucede en la función de la partícula, que la primera vez equivale a "al contrario, sino...", la segunda vez introduce una condicional "pero si...". Es decir, la condicional introduce como hecho futuro posible -no sólo como exhortación - la desobediencia, y desemboca en el final trágico de la pérdida de la tierra. El contraste está subrayado con la repetición del verbo dbq (= pegarse, unirse) referido al Señor en v.8, y a los pueblos cananeos en v.12.

Algunas repeticiones retóricas y una fórmula poética realzan el estilo del pasaje.

23,3 Haber visto es función de testigos del Señor: es un eco inconfundible de las palabras de Moisés al transmitir la oferta de la alianza, Ex 19,3. Lo que han visto es la intervención victoriosa del Señor en la guerra santa.

23,5 Esa acción tiene el carácter de cumplimiento de una promesa y prueba la fidelidad del Señor a su palabra.

23,6 Es precisamente la orden que ha recibido Josué al comienzo de su tarea, 1,7.

23,7 La cuádruple prohibición es enfática, deseando apartar toda relación con los dioses extraños.

23,10 Véase la fórmula en Lv 26,8; Dt 32,30; Is 30,17; Sal 90,7.

23,12 Vëase la prohibición de emparentar en Dt 7,3 y el hecho narrado en Gn 34, que emplean el mismo verbo (poco frecuente).

23,14-16 Como lo anterior estaba montado sobre la antítesis cumplimiento - incumplimiento, actitud fundamental del pueblo, lo que sigue está montado sobre la antítesis bendición - maldición (palabra buena y mala), actitud del Señor respecto a su palabra. Como fue fiel a las promesas, lo será a las amenazas, ambas contenidas en la alianza, como paga a la fidelidad o infidelidad del pueblo. La generación del destierro, que lee estas palabras como pronunciadas por Josué, comprende que no puede quejarse del Señor, que ha merecido el castigo. Pero también sabe, por otros profetas, que todavía quedan palabras buenas, promesas del Señor.

23,15 Dt 27-28

 

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