domingo, 18 de junio de 2017

JOSUÉ. CAPÍTULO 3.

Paso del Jordán (Ex 14-15)    

31Josué madrugó, levantó el campamento de Sittim* llegó hasta el Jordán con todos los israelitas y pernoctaron en la orilla antes de cruzarlo.
2Al cabo de tres días, los alguaciles fueron por el campamento, 3echando este pregón a la gente:
-Cuando veáis moverse el arca de la alianza del Señor, nuestro Dios, llevada por los sacerdotes levitas, empezad a caminar desde vuestros puestos detrás de ella, 4pero a una distancia del arca como de mil metros; manteneos a distancia para ver el camino por donde tenéis que ir, porque nunca habéis pasado por él.
5Josué ordenó al pueblo:
-Purificaos, porque mañana el Señor hará prodigios en medio de vosotros.
6Y a los sacerdotes:
-Levantad el arca de la alianza y pasad el río delante de la gente.
Levantaron el arca de la alianza y marcharon delante de la gente.
7El Señor dijo a Josué:
-Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, como estuve con Moisés. 8Tú ordena a los sacerdotes portadores del arca de la alianza que cuando lleguen a la orilla se detengan en el Jordán.
9Josué dijo a los israelitas:
-Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor, vuestro Dios. 10Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a cananeos, hititas, heveos, fereceos, guirgaseos, amorreos y jebuseos. 11Mirad, el arca de la alianza del dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. 12(Elegid doce hombres de las tribus de Israel, uno de cada tribu). 13Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del dueño de toda la tierra pisen el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene de arriba se detendrá formando un embalse.
14Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza caminaron delante de la gente. 15Y al llegar al Jordán, en cuanto se mojaron los pies en el agua -el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega-, 16el agua que venía de arriba se detuvo (creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adán, un pueblo cerca de Sartán) y el agua que bajaba al mar del desierto, al Mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó.
17Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.

Explicación.

3,1 El capítulo empalma con 1.10-11, sin apurar exactamente los tres días previstos. * = Acacias.

3-4 Estos dos capítulos narran o describen o evocan un acontecimiento: el paso del Jordán para entrar en la tierra prometida. Si los tomamos como relato y los comparamos con otros, p. ej., el capítulo precedente, nos servirán como ejemplo del relato artificioso y artificial, poco acertado. Sobre el arte narrativa han preponderado otros intereses y técnicas.

Que haya repeticiones lo podemos aceptar, si tienen una función. Aquí estorban el proceso narrativo (4,11 y 4,16s). Hay además incoherencias que hacen confusa la descripción: la relación entre los doce hombres y los sacerdotes (3,12s); las piedras erigidas "en medio del río" y "en Guilgal" (4,9.20); el orden de arengas y movimientos. El autor que ha dado la última mano a sus materiales se ha quedado atascado, como las aguas del Jordán, y no milagrosamente.

Hubo quien pretendió historificar el relato, despojándolo del aura milagrosa: se trataría de un desprendimiento de tierras río arriba. Otros reconstruyeron con algunos versos entresacados un paso arriesgado por un vado. Esa mezcla apologética y racionalismo hoy no convence. Más razonable es otra explicación: el pueblo celebraba con una procesión festiva el recuerdo del paso, y algunos elementos de la fiesta son proyectados en el relato; pero ningún texto bíblico menciona tal fiesta ni alude a ella.

El autor quiere describir un hecho decisivo en su dimensión trascendente. Decisivo, porque es la frontera de entrada en la tierra. Trascendente, porque es Dios quien abre prodigiosamente la puerta, ohacer salvar el foso.

El texto presenta este paso como paralelo del Mar Rojo y lo muestra con datos explícitos: el jefe, las aguas, el paso de la multitud. Al mismo tiempo marca las diferencias: no es mar, sino río; no hay vara mágica ni orden a las aguas; en vez de masa, doce tribus disciplinadas; no hay enemigos a la espalda; la función de la nube la desempeña el arca; no es de noche, sino de día. Sobre todo, la grandiosidad épica y la riqueza simbólica de Éx 14-15 dan paso a prescripciones y gestos rituales: purificación (Ex 19,10s; 1 Sm 16,15), procesión, etc.

La palabra clave es "pasar"; pero el centro de la atención lo ocupan el arca y las doce piedras. El arca entra en el agua, se detiene mientras pasa el pueblo, sale, se pone en cabeza. En cuanto a las piedras, no se acaba de ver su origen, función y destino en el relato: si estaban ya en el río esperando; si las colocaron entonces para fabricar un vado; si las erigen en el agua, serían grandes, para sobresalir; si cargan con ellas, serían pequeñas. Son doce como las tribus .clara simplificación; se erigen en la tierra, quizá en traza de cromlech (cfr. Ex 24,4 y Dt 27,2-4).

El paso del Mar Rojo se conmemora con un canto heroico, que recitarán generaciones de israelitas, no se erige un obelisco en medio del agua. El autor de los capítulos presentes no ha sabido erigir un monumento poético al paso del Jordán.

Al rito de las piedras se vincula una explicación catequética, semejante a las deEx 12,26, 13,14; Dt 6,20. Todo se hace remontar a Josué, que es la personalidad dominante. Dos veces, en posición central, presenta el autor a Josué como sucesor de Moisés. En su discurso se escucha sin dificultad la voz del Deuteronomista.

Este capítulo está construido con la técnica "concéntrica", según esquema A B C D E D C B A. Al principio y al fin se encuentra la partida y la llegada con sendas referencias geográficas; en posición segunda y penúltima, las instrucciones y la ejecución; después rigen el movimiento los discursos: Josué al pueblo - Josué a los sacerdotes -el Señor a Josué - Josué a los sacerdotes (dentro del discurso del Señor) - Josué al pueblo. En el centro, como hablante principal el Señor, pronunciando las palabras claves. El verso 17 queda fuera del esquema, como pieza de enlace. El verso 12 sirve para el enganche del tema de las piedras, que desarrolla el capítulo siguiente.

3,2 m 10,35ss; Dt 10,8.

3,3 El Arca es paladión bélico y contiene el documento de la alianza, es una especie de santuario transportable. Toca a los levitas transportar el arca, según Dt 10,8.

3,4 La distancia suele tener sentido cúltico. El autor, al transformar la rúbrica litúrgica en hecho histórico, asigna al arca la función de guía que tiene fuego y humo en algunas narraciones del desierto; ya se ve que el arca se presta menos a semejante función.

3,9-13 Josué pronuncia estas palabras en nombre del Señor. En el milagro que va a suceder se revelará al pueblo el "Dios vivo", que actúa para salvar la vida de su pueblo, que no es inerte como los ídolos, que es Señor de la vida. El título o sus derivaciones se lee en Sal 42,3 84,3.

La lista completa de los siete nombres se lee en Dt 7,1; Jos 24,11 y Neh 9,8; en otros textos faltan los guirgaseos. Los hititas son restos dispersos del gran imperio de Asia Menor; difíciles de identificar son los heveos (Gn 34,2; 2 Sm 24,7), fereceos (Gn 13,7; 34,30) y guirgaseos (Gn 10,16); los jebuseos conservarán largo tiempo su capital de Jerusalén; amorreos es un nombre genérico que significa occidentales.

3,5 Ex 19,10s; Nm 11,18

3,9 Sal 84,3; Dt 7,1.

3,11 Dueño de toda la tierra es título que se lee en el salmo de Dios rey (Sal 97,5).

3,12 Narrativamente este verso está fuera de sitio, interrumpe la continuidad de 11 y 13.

3,15 Según el capítulo 5, estamos en vísperas de Pascua; por tanto, todavía no ha llegado la cosecha; pero es cierto que en todo ese tiempo el Jordán va lleno; véanse 1 Cr 12,15 y Eclo 24,26.

3,16 Sorprende la mención geográfica tan exacta. Sartán se encuentra a unos 25 km al norte de Jericó, pero los meandros del río multiplican la distancia recorrida.

3,17 El verso sirve para preparar el nuevo tema de las piedras. La última parte la recoge el comienzo del capítulo siguiente, adelantando hechos.                                                                                                                                    

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